Quedaban más policías y gendarmes que vecinos después del llanto caliente y las piedras ayer a las 22 horas sobre la calle frente al complejo habitacional "El Campo" del barrio Trujuy en San Miguel, el predio usurpado de casas precarias donde vivía Sheila Ayala, donde vivían sus tíos paternos Leonela Abigal Ayala y Fabián Ezequiel González Rojas, quienes confesaron matarla en un supuesto estupor de drogas y bebida. El cuerpo de la niña seguía ahí, envuelto en la bolsa donde fue encontrado, detrás de la entrada trancada por vecinos.
Un móvil esperaba trasladarlo hacia la morgue local para que se le realice la autopsia, en una causa a cargo de la Fiscalía N°20 de Malvinas Argentinas: el reporte preliminar de los peritos de Policía Científica tras la apertura de la bolsa que contenía el cadáver indicaba una descomposición compatible con una muerte ocurrida de tres a cinco días, un proceso que podría haberse acelerado por el reciente calor. Tenía marcas en el cuello, habría sido estrangulada con una sábana blanca con dibujos infantiles. El cadáver estaba desnudo, su ropita dentro de la bolsa.
Leonela y Fabián, de 25 y 24 años de edad, ya estaban detenidos y fuera del lugar.
Mientras tanto, está el barrio.
"Si no sos de ahí, no se sabe mucho", dicen los vecinos de la zona mientras señalan al predio rodeado por muros altos y ocupado por más de 30 familias, con construcciones que llegan al segundo piso. El terreno pertenecía a un hombre de apellido Camacho. Se hacían fiestas de la comunidad paraguaya en el lugar, había dos canchas de fútbol, funcionaba una radio.
Camacho luego murió, los nuevos inquilinos llegaron poco después. Fabián -oriundo de Paraguay, apodado Cachi- y Leonela se instalaron en "El Campo" seis años atrás. Él, un albañil devoto de la Vírgen de Caacupé con un antecedente por robo en banda y a mano armada en el Juzgado de Garantías N°2 de San Martín, ella es beneficiaria de planes familiares, una Asignación Universal y un Programa Hogar del ANSES para solventar una garrafa. Tienen tres hijos en común: una niña de 9, otra de 7, un varón de un año y cuatro meses. Leonela, hermana de Juan Carlos, el padre de la menor asesinada, está embarazada, a poco más de un mes del parto.
Sheila tenía cierta cercanía con sus tíos: celebró el cumpleaños de su primo bebe en mayo pasado, había una torta de banana con dulce de leche.
Fuente: Infobae