Algún día voy a escribir algo sobre el Banco”, prometió el gobernador Mario Das Neves. Fue en noviembre del año pasado cuando el Banco del Chubut cumplió 50 años de su fundación. Su anecdotario debe ser rico si se toma en cuenta que de joven fue empleado de la entidad y luego de ser Gobernador a partir de 2003 fueron varias las oportunidades en las que personalmente debió ocuparse de la institución. No había asumido la Gobernación cuando debió gestionar ante el Banco Central que permitiera continuar operando al Banco del Chubut. La entidad ya había estado cerrada un mes durante 2002. Pese a los informes negativos, Das Neves consiguió ese voto de confianza y no hizo caso a quien le aconsejaba “venderlo o cerrarlo”.

Un recomendado del BAPRO

Como piloto de tormenta designó a Ernesto Rey en la presidencia del Banco del Chubut. Quien le acercó a Das Neves el nombre de Rey fue el entonces diputado nacional Rodolfo Frigeri, quien fue presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires (BAPRO). Rey estaba encargado del plan de negocios de la entidad bonaerense. Frigeri fue invitado especialmente a la asunción del nuevo presidente que se realizó a principios de 2004 en la Casa de Gobierno. En el mismo acto juró Argentina Martínez, como miembro del directorio en representación del Poder Ejecutivo. Martínez había sido diputada provincial y denunció en varias oportunidades en la Legislatura el desmanejo que la administración radical hacía en el Banco del Chubut. “Fue un reconocimiento a esa tarea”, recordó un vocero oficial sobre aquella designación, pese a que Martínez no era de la línea política afín a la del Gobernador. El sector de los empleados agremiados a la Asociación Bancaria también tiene su representante en el Banco del Chubut. Es Raquel Fuertes que fue designada por el sindicato. De acuerdo a lo que marca la ley, los empleados son propietarios del 10 por ciento de las acciones del Banco del Chubut. Sin embargo, esa propiedad participada no se ha constituido, pese a que fue una de las promesas de campaña de Fuertes. El gobierno de la provincia inyectó fondos para capitalizar el banco y evitar su desbarranco. Se acordó con el sector empresario canalizar las operaciones por la entidad y de a poco comenzó a evidenciarse una recuperación. Los depósitos lentamente volvieron y la gestión de Rey al frente del Banco del Chubut se consolidó en el tiempo. Tras años de pérdidas se vieron los primeros balances con ganancias reales, se amplió la red de sucursales y creció la instalación de cajeros automáticos.

Cambios en la presidencia

Pero a mediados de 2008, Das Neves decidió dar una vuelta de timón en el Banco del Chubut. Sin muchas explicaciones dio por terminada “la etapa” de Ernesto Rey y convocó para su reemplazo a Carlos García Lorea. El nuevo directivo venía desempeñándose como director ad honorem de la Casa del Chubut en Buenos Aires. Había sido asesor de Das Neves cuando fue diputado nacional y también lo acompañó en la Dirección de Aduanas.

García Lorea es abogado y un hombre de extrema confianza del Gobernador. “No le atiende el teléfono a nadie, sólo a Mario (Das Neves)”, comentan en el gobierno. Esta actitud enoja a miembros del Gabinete que chocan contra su impermeabilidad. Casi nunca se lo ve por la Casa de Gobierno y mucho menos en reuniones de Gabinete. El nuevo presidente del Banco del Chubut no es especialista en el sistema bancario o financiero. Tiene realizado un máster en Derecho Tributario y pasó por la AFIP y la DGI. García Lorea está muy poco en la provincia porque es un consultor internacional en materia de lavado de dinero y narcotráfico. “Una semana puede estar en Nueva York y la otra en Alemania o España”, admiten en la casa matriz en Rawson. Es un secreto a voces que al Banco del Chubut lo maneja el gerente general Oscar Ricci. “Yo no sé nada de bancos así que el Banco lo maneja usted Ricci”, le dijo García Lorea en la primera reunión de directorio. Ricci llegó a Chubut junto con Ernesto Rey proveniente del BAPRO. Se quedó por especial pedido del nuevo presidente después de que Das Neves desplazó a Rey y a Argentina Martínez. En el mismo acto que asumió García Lorea lo hizo Juan Laffeuillade. El hombre no es político, sino que pertenece al sector empresario de Comodoro Rivadavia, la ciudad de mayor movimiento económico de la provincia. Laffeuillade dejó la presidencia de la Cámara de Comercio de esa ciudad cuando Das Neves le ofreció integrar el directorio del Banco del Chubut.

De senadora a directora

Sobre fines del año pasado, Das Neves volvió a meter mano en el Banco del Chubut. Introdujo modificaciones al Estatuto para ampliar el Directorio de la entidad. Mantuvo a García Lorea en la presidencia, respetó a Laffeuillade y a Fuertes, pero propuso dos nuevos directores por el Poder Ejecutivo. Esta decisión coincidió con el recambio en el Senado de la Nación y el fin del mandato de la senadora Silvia Giusti. Das Neves eligió a su cuñada Graciela Di Perna para reemplazar a Giusti en la banca del Senado y a esta última la conformó con el Banco del Chubut. La idea del Gobernador fue que el segundo director fuera para un dirigente del radicalismo. Pero Das Neves no lo ofreció a la conducción partidaria de la UCR, sino que lo eligió él mismo. Primero chocó con la negativa del abogado de Trelew Claudio Conrad, a quien tiempo atrás había convencido para integrar el Tribunal de Cuentas, y después terminó pidiéndole la renuncia. Lo mismo le pasó con el hijo del ex gobernador José Luis Lizurume, que se desempeña desde hace varios años como Escribano de gobierno. Finalmente, alguien de su entorno le sopló el nombre de Horacio Luppino, que terminó aceptando. Luppino fue director del Banco en el año ‘73. Fue concejal por la UCR en Trelew y llegó a presidir el Concejo Deliberante cuando el intendente era Gustavo Di Benedetto. “No viene a patear ningún nido”, confiaron sus colegas.