14/07/2010 - 10:22hs.
La Anses y el sueño de la casa propia
Los fondos que presta la Anses tienen como garantía la plata que el FONAVI coparticipa a las provincias. Buenos Aires, con su escasa tasa de cobrabilidad, enciende una luz amarilla. Mientras tanto, promueve medidas, como la escrituración de viviendas adjudicadas, para que los beneficiarios paguen
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Los préstamos que la Anses otorga a las provincias para obras de infraestructura no gozan de popularidad. Mucho se habla de la discrecionalidad con la que se otorgan, del vaciamiento de “la caja de los jubilados” y, también, sobre las tasas.

Durante 2009, la “caja” de la Administración Nacional de Seguridad Social financió la obra pública por $ 8.339 millones. Para 2010 se anunciaron inversiones algo menores: 7.000 millones, de los cuales 3.000 estarán destinados a la construcción de viviendas.

La provincia de Buenos Aires no es la excepción. A través de la conformación de un fideicomiso, recibió durante la primera mitad del año los fondos para encarar la construcción de 3.500 viviendas que deben entregarse antes de mitad de año. Otras 6.500 quedan, en cambio, para diciembre de 2010. El “Plan Plurianual de Inversiones en Construcción de Viviendas”, entonces, se presta a una tasa que ronda el 14%, aunque fuentes confirmaron a Desafío que se estaría evaluando “subsidiar” parte de la cuota, ya que su costo es demasiado alto para el bolsillo de los ciudadanos que acceden a viviendas sociales.

El mecanismo tiene sus particularidades y éstas exigen a la Provincia una serie de medidas para no ver comprometidas sus propias cuentas, ya que la Anses cobra por los fondos prestados.

Un plan novedoso

“Este fondo tiene una peculiaridad respecto a los Planes Federales I y II”, dice Gustavo Aguilera, administrador del Instituto de la Vivienda: “Se construye en diez meses, sí o sí”. La principal diferencia radica en los plazos de construcción. Esos “diez meses, sí o sí”, implican un compromiso ineludible de parte de los gobiernos provinciales.

Con los escándalos por demoras y sobreprecios que salpican a cada una de las obras que los municipios encaran a través de los “federales”, la imagen de la gestión nacional queda afectada. La idea es, entonces, elaborar un sistema que permita máxima eficiencia. ¿Cómo? Comprometiendo las arcas de los Estados provinciales que encaran las obras.

Otra de las diferencias con los Planes Federales radica en el establecimiento del valor de la cuota. Con este nuevo plan, se estableció descentralizadamente. “Vos vas a Olavarría, o a Mar del Plata, verás que los intendentes han decidido poner distintos montos de acuerdo a la problemática habitacional de cada distrito”, señala Aguilera.

Con las viviendas de la Anses es distinto, “porque son fondos que indefectiblemente deben devolverse a cuota fija. Porque, si la Provincia no devuelve esos fondos, compromete su coparticipación. Si no recupera el dinero invertido, afecta seriamente la capacidad de construcción de viviendas en el futuro”, explica el funcionario.

El sistema funciona de la siguiente manera: la construcción debe terminarse en diez meses. Pasado ese lapso, la ANSES, la aportante de los fondos que la Provincia transfiere a los municipios, empieza a cobrar el recupero del dinero, que está garantizado por fondos coparticipables en cada uno de los veintitrés institutos de vivienda que hay en el país. La Provincia, entonces, como todas, han comprometido los fondos que le gira la Nación para la devolución del dinero a la Anses.

Este punto es central para la operatoria: todas las provincias van a hacer un esfuerzo importante para cobrar lo que sale cada vivienda. En el caso de Buenos Aires, el esfuerzo debe ser aún mayor: su tasa de cobrabilidad en lo que respecta a viviendas es muy baja.

Y… ¿cómo pagamos?

La provincia de Buenos Aires, con todas las circunstancias económicas que la atraviesan, tiene una mala tasa de cobrabilidad -ronda el 50% para los Planes Federales-, aunque está haciendo enormes esfuerzos para poner en marcha un proceso de recupero serio. Aunque la situación da muestras de estar encaminándose “mucho” en los municipios, desde el Instituto de Vivienda señalan que “es realmente difícil y complejo articular un plan de recupero de la plata invertida. Es un problema histórico, crónico”.

Atento a esta problemática, el Instituto lanzó un plan de co-gestión de recupero junto a los municipios que alcanza a todas las viviendas financiadas a través del Plan Federal en suelo bonaerense. De esta manera la Provincia, confiesan desde Vivienda, cuenta con la ayuda de cada jefe comunal para cobrar las cuotas de las viviendas y los municipios a cambio se quedan con hasta casi un 40 por ciento de lo que cobran para engrosar sus presupuestos. También la Provincia lanzó un plan de escrituración que busca resolver un problema de larga data: Buenos Aires arrastra un déficit que hace que hoy, siete de cada diez viviendas entregadas no estén escrituradas.

De ahí que se haya encarado durante la gestión de Daniel Scioli al frente de la Gobernación, un proceso de escrituración de planes que datan de la dictadura militar. Entre 1974 y 1983 se realizaron numerosos planes de vivienda en barrios del Conurbano, como Pepsi, La Saladita, Fuerte Apache y FONAVI. Recién ahora están atravesando el proceso de escrituración.

La batalla, entonces, se plantea a través de un eje cultural. La estrategia es, según Aguilera, similar a la de ARBA: “Comprometer al que recibe la casa”. Así, el Estado al escriturar reconoce su “deuda histórica” y se prepara para empezar a cobrar.

El nivel de desinformación acerca del estado de la propiedad es tal, que la Provincia debe impulsar medidas extraordinarias para paliarlo. “En Bahía Blanca estamos censando, vamos a ver quién vive en cada casa para poder escriturar”, explica el Administrador del Instituto Provincial. Esta misma actividad se realiza en los distritos más importantes de la Provincia. Y agrega: “Esto está atado al recupero, camina junto con la escrituración”. Es lo que está haciendo el Instituto de la Vivienda, “algo necesario que no sucede desde hace muchos años, una deuda del Estado provincial para con los ciudadanos que lleva ya casi 75 mil viviendas sin escriturar”, finaliza.


Como será el avance del plan distrito por distrito

El llamado “Plan Plurianual de Inversiones en Construcción de Viviendas” que financia el ANSeS tiene un estricto calendario de ejecución. El primer municipio donde se puso en marcha el programa fue Bragado; a éste le siguieron Magdalena, Monte Hermoso, San Nicolás y le siguen Avellaneda, Baradero, Carlos Tejedor, General La Madrid y Rivadavia.

La Provincia puso en marcha durante mayo las viviendas en los distritos de Tornquist, General Belgrano, Colón, General Madariaga, Arrecifes, Carlos Casares, Olavarría, San Nicolás, Pellegrini y Guaminí. A estos distritos el único requisito que les falta cumplir para recibir el anticipo es una póliza.

Luego, en junio, le siguieron Merlo, Carmen de Areco, Berazategui, San Fernando, General Pueyrredón, Lobería. Y después, Roque Pérez, General Paz, Campana, Berazategui, Carmen de Areco, Zárate, Coronel Rosales, Escobar, La Matanza y Tandil. Y se ha comenzado a gestionar el plan Cañuelas, Zárate, Colón, Capitán Sarmiento, Pellegrini, Luján y Malvinas Argentinas.


José Luis Espert: “Todo lo que haga la Anses es disparatado”

El economista, fundador y titular de su propia consultora, Espert y Asociados, y además columnista de distintos diarios, tiene su posición tomada respecto de las AFJP y cualquier inversión que el Estado encare con los fondos que considera “expropiados”. Por ese motivo señala que el uso que se dé a esos dineros es secundario.

“El tema de fondo es que el robo que se hizo a los ahorros previsionales, porque es un robo a los ahorros y no a las AFJP”, opinó. El robo, sostiene Espert, “se hizo por dos cuestiones: una, para que el Gobierno gozara de caja para realizar estas cuestiones y otra, para financiar al Estado en general”.

“Por cada peso que recaudan, los Kirchner hacen negocio con el 20% y con el 80% que es para financiar el gasto público en general. La expropiación de los ahorros previsionales tenía ese objetivo, así que no me extraña, como tampoco me extraña Aerolíneas, por ejemplo. No tienen ningún pudor en decirlo”, manifiesta.

De acuerdo a esto, Espert señala que “todo lo que haga la Anses va a ser absolutamente disparatado con la plata que expropió”, con una sola excepción: “La única forma en que ANSES puede invertir bien, la única forma en la que yo diría eso, es si agarrara toda esa plata y la pusiera en el exterior, donde siempre va a tener una tasa de cobrabilidad alta al largo plazo”.

La cobrabilidad es, justamente, uno de los temas centrales de la problemática, junto con el de las tasas. Sobre esto último, Espert señala que “es una tasa baja, si se tienen en cuenta otras tasas activas que se cobran”. Como ejemplo señaló que “los bancos están pagando por plazo fijo la mitad. Aunque, por los créditos que dan cobran tres veces eso”.

Manuel Solanet: “El crédito es mas barato que la inflación”

El economista sostiene que el del Anses es un “crédito barato, sobre todo teniendo en cuenta las perspectivas inflacionarias de este año”. Entonces, el 14% resulta “menor que la inflación” y “significa la misma tasa a la que le prestó a General Motors y a otras empresas, que es tasa Badlar más 5 o más 6, conveniente en momentos de inflación”.

La Argentina intenta hoy, con medidas como el canje, conseguir que los préstamos que se otorgan al país ronden el 10 por ciento, pero Solanet hace una salvedad: allí se está hablando de dólares. “En el canje, el dinero que pretende colocar el Gobierno colocando los mil millones en bonos, pretende pagar una tasa inferior al 10% en dólares, que sí es una tasa alta. El 10% en dólares hoy, en el mundo, son muy pocos los que lo pagan, sobre todo en bonos soberanos”, señala.

No obstante la conveniencia de la tasa, Solanet se manifiesta en contra de su uso destinado a la obra pública. “Creo que esa plata es de los jubilados, y que debería colocarse en rentas, porque lo importante es preservar la plata. En la obra pública, lo más probable es que el Anses no la recupere nunca”, finaliza.

El economista Manuel Solanet es Consejero Académico de FIEL, Miembro del Consejo Directivo de ACDE (Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa) y miembro de la Comisión de Economía de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

Arriba de la palmera

Magdalena habita, desde hace más de 30 años, una casa del barrio Fonavi. Cuenta que, durante las semanas que siguieron a su instalación en el nuevo hogar, plantó una palmera. Hoy, tres décadas después, todos los que llegaron al barrio junto a ella se mudaron o fallecieron. La palmera alcanzó los 20 metros de altura y ella aún no tiene escritura.

75 mil viviendas sin escriturar se admiten oficialmente. Hoy se impulsa un plan para regularizar esta situación y mejorar la cobrabilidad

* Cobrabilidad: En busca de mejorarla, el Instituto de la Vivienda y el Banco Provincia suscribieron un convenio para cobrar la cuota a través de las “cuentas sueldo”

* 50 por ciento es la tasa de cobrabilidad promedio de los Planes Federales en la Provincia

* 170 mil viviendas sociales hay en la Provincia construidas por el Estado en los últimos 52 años

* La provincia recibió fondos para construir 10.000 viviendas durante 2010

La Anses y la obra pública

$ 7.000 millones proyectó gastar a fines de 2009 en proyectos productivos la Anses
$ 3.000 millones aplicados a programas de vivienda
$ 300 millones destinados al Sistema Vial Integrado
$ 600 millones al Plan Hídrico Nacional
$ 8.339 millones invirtió la Anses en 2009, en un contexto de crisis internacional y sequía

Fuente: Revista Desafío Económico

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