08/02/2011 - 06:47hs.
¿Por qué Sergio Batista no llamó a Carlitos Tevez?
Con el plantel del seleccionado argentino de fútbol ubicado en la ciudad de Ginebra, a la espera del encuentro de mañana ante el conjunto portugués, salió a la luz un detalle acerca de los verdaderos motivos que llevaron al director técnido del equipo albiceleste, Sergio Batista, a no convocar al delantero del Manchester City y ex Boca, Carlos Tévez
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Lionel Messi hace de a tres goles y explota el Barcelona. Carlos Tevez no se queda atrás: también hace de a tres el mismísimo día de su cumpleaños número 27 y hace crecer al City.

Los dos hacen goles para sus equipos y para entusiasmar a los argentinos. Messi es el número uno del mundo; Tevez carga con el rótulo de jugador del pueblo en nuestro país. Los dos son jugadores de Selección, por jerarquía, por esa capacidad goleadora, porque estuvieron en mundiales. Sin embargo, uno está en la Selección y el otro, Carlos Tevez, no. Se podría decir que es una situación coyuntural. Y tal vez lo sea, pero hay una historia detrás que merece ser contada.

Mientras Messi fue la bandera de Sergio Daniel Batista durante los últimos tiempos, la relación con Tevez tuvo algunos cortocircuitos.

En la primera convocatoria que hizo Batista para jugar contra Irlanda en Dublin en agosto pasado, Tevez llegó de noche a la concentración en el alejado hotel campestre de Dublin y apenas bajó del auto hizo declaraciones. Defendió a Diego Maradona, su anterior entrenador, y a los ayudantes que fueron separados como ningún otro futbolista del grupo que fue al Mundial lo había hecho. Y plantó su bandera con firmeza en apoyo al técnico que ya no estaba.

Fue el único que levantó la voz. Una voz que se atenuó con el tiempo. Por algunas turbulencias de su vida privada, Tevez también dijo unos meses atrás que iba a dejar el fútbol. Una amenaza de recorrido corto que se fue adelgazando a medida que pasaban los momentos de tirantez con Roberto Mancini, su entrenador en el Manchester City.
 
Allí estaba incómodo y quería irse de Inglaterra de cualquier manera. Lo encandilaba España y se ilusionó cuando se habló de un probable interés de un Real Madrid que necesitaba un reemplazante para el lesionado Gonzalo Higuaín. Esta alternativa también duró poco. Mientras, buscaba acomodar su vida. Tevez jugaba y hacía goles, pero con sus declaraciones provocaba algunas alarmas:
 
“No tomen en cuenta lo que digo; yo soy así, hoy digo una cosa y mañana pienso otra”, le respondió a un allegado al cuerpo técnico de la Selección cuando circulaban fuerte los rumores de que estaba cansado y que podía dejar la actividad. Todos esos pormenores no rompieron la relación de Carlitos con la Selección. Como lo conocen, saben que no tiene filtro, que dice lo que siente, que ésa es su manera de ser.

El punto culminante que provocó la ruptura fue en el partido de Brasil. Batista lo convocó y Tevez no viajó a Doha, donde se jugó el encuentro, acusando una lesión. Sonó a excusa, porque enseguida jugó con su equipo por el torneo inglés. Batista tomó registro de la actitud y con su círculo más íntimo elevó la voz para decir una frase: “Por respeto al grupo, los jugadores de Selección no pueden venir cuando tengan ganas”. Pareció a una sentencia.
 
Por eso, cuando dio la última lista, además de los nombres de Gabriel Heinze, Andrés D’Alessandro, Martín Demichelis, Sergio Agüero y Mario Bolatti, también faltaba el de Carlos Tevez, pero por una situación muy particular. Es cierto que Batista quería probar a Lionel Messi de nueve, como está jugando en el Barcelona, pero eso no le hubiese impedido citar a Tevez. El tema pasaba por otro lado. Simular una lesión para no ir con la Selección implica un castigo.

Cuando se dio a conocer la lista, se sembraron algunas suspicacias. Pero como el técnico había dicho que quería probar jugadores todo quedó disimulado. Incluso, cuando le preguntan por Tevez, Batista circunscribe todo a situaciones futbolísticas. Pero Batista tuvo un termómetro a través de su página de Internet. De los quinientos mensajes que recibe por día, cien preguntaban por Tevez.

Pedían explicaciones que él resolvía diplomáticamente con el latiguillo de la renovación. Ayer, en el entrenamiento, tuvo otra referencia directa al tema. Parece que se saturó y a un hincha le respondió con más indicios que a los demás por la web. “Por qué no averiguás...”, terminó diciendo. Con este panorama, ¿la historia de Tevez en la Selección llegó al final? Es difícil saberlo. Algo se rompió.
 
Como en la parejas que encienden las luces rojas ante una crisis. Batista no iba a perder la oportunidad de dar una muestra de autoridad ante el grupo. Tevez sabe que perdió un espacio. Y que en el fútbol los espacios se recuperan con presencias y con buenos rendimientos. Algo que él puede dar. Mientras tanto, la Selección también camina sin Tevez.

Autor de Nota: Diario Los Andes
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