12/04/2011 - 08:05hs.
Caleta Olivia: el paraíso sin agua
El gobernador Peralta anunció la creación del acueducto Lago Buenos Aires. Rumores de negociados y favores empresariales tiñen la obra que lleva 14 años demorada. Tarde pero... ¿seguro?
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Si bien Caleta Olivia se caracteriza por estar rodeada de agua, conseguir este insumo esencial para la vida se ha vuelto todo un desafío.

Los vecinos del lugar reciben 3 horas de suministro real cada 2 días. Con eso se las arreglan para llenar los tanques y las cisternas. Y a la vista está que el responsable directo de esta situación es el gobierno provincial que ha demorado en tomar una decisión política sobre el tema.

En los últimos días se retomó en el distrito una vieja promesa, a partir de la puesta en marcha de un acueducto que extraiga agua del Lago Buenos Aires. En esa zona, la empresa Minera Andes INC es señalada por sectores que temen que cuando la obra esté finalizada, el agua que tanto esperan los caletenses llegue contaminada.

Más de 10 años de demora
Tras un acuerdo con el Gobierno nacional, el gobernador Daniel Peralta dio a conocer el llamado a licitación para que se lleve a cabo el proyecto multipropósito del Río Deseado. Este tiene como finalidad trabajar a mediano plazo en el acueducto paralelo al Lago Muster, que la provincia de Santa Cruz comparte con Chubut. De esta manera, se lograría potenciar el flujo de agua para los vecinos de Caleta Olivia que sufren la falta de suministro desde hace muchos años.

Por otra parte, se prevé impulsar la extracción en la zona de Cañadón Seco. Estas dos etapas resolverían momentáneamente la situación hasta que finalmente se pueda extraer agua del Lago Buenos Aires, ubicado en la localidad de Los Antiguos.

Aunque podría parecer que el problema estuviera próximo a resolverse con la puesta en marcha de este proyecto, lanzado con bombos y platillos por la gestión de Peralta, lo cierto es que los caletenses tuvieron que esperar más de una década para que se tome la decisión más eficaz.

Algunas versiones aseguran que la relación del Estado con empresas privadas de la zona sería uno de los motivos por los cuales se ha dilatado la solución.

Esto ha llevado a diferentes sectores a preguntarse si el traslado del agua desde el Lago Buenos Aires no terminará por beneficiar a alguna empresa privada, como el caso de la Minera Andes INC, de capitales estadounidenses, que tiene como principal proyecto en el norte de Santa Cruz “Huevos Verdes” dedicado a la explotación de oro y plata. Este punto es minimizado por quienes promueven el proyecto.

Motivos sobran para la sospecha. Es que durante varias gestiones, las denuncias y las irregularidades que rodean a la problemática del agua en la zona fueron moneda corriente.

Ya desde sus comienzos, el proyecto del Lago Muster, que constaba con la creación de un acueducto que trasladara agua potable desde Comodoro Rivadavia hasta el norte de Caleta Olivia, generó dudas. El mismo fue impulsado durante la gobernación provincial de Néstor Kirchner, en conjunto con el gobierno de Chubut y bajo el mandato del ex presidente Carlos Menem. En Santa Cruz varias versiones aseguraban que el gobierno de Kirchner habría comprado el acueducto usado a La Pampa. Con el correr de los años el proyecto literalmente comenzó a hacer agua por todos lados. Aparecieron filtraciones en las cañerías, encastres que parecían estar mal diseñados o simplemente fabricados a la ligera.

Las versiones comenzaron a relacionarse con que el material utilizado por la empresa constructora Supercemento SAIC fue el menos indicado para este tipo de construcciones, como lo es el fibrocemento. Incluso existe una denuncia penal realizada en los Tribunales Ordinarios de Caleta Olivia que intenta determinar porqué un acueducto que tiene menos de 10 años ha sufrido innumerable cantidad de roturas desabasteciendo de agua al 80% de la ciudad. A esto se le suma que la empresa Austral Construcciones, del empresario kirchnerista Lázaro Báez, utiliza el agua potable para las obras viales. Cuestión que desde hace más de un año indigna sobremanera a los vecinos del lugar que no cuentan con el suministro. Y que por otra parte, en Santa Cruz, es un secreto a voces que en la zona norte las empresas petroleras en la reconversión secundaria de los pozos utilizan agua de las napas.

La realidad demuestra que Caleta no es prioridad. A la falta de agua en la ciudad se le sumaría otra grave denuncia. Según fuentes consultadas, el suministro proveniente de los pozos acuíferos de Cañadón Quintar no sería apto para el consumo humano. Este punto cuenta con un fuerte antecedente. En 1982, el Concejo Federal de Inversiones de Santa Cruz le encargó a un equipo científico que investigara la calidad del agua.

El resultado fue que debían ser abandonados paulatinamente ya que el informe alertaba sobre la presencia de altos grados de salinidad y residuos de hidrocarburos. Esta cuestión fue desestimada por las gestiones que se sucedieron en Santa Cruz y quedó cajoneada.

Desde la secretaría de Medio Ambiente provincial aseguran que el agua es apta para el consumo humano. Sin embargo, desde la Federación de Uniones Vecinales de Caleta Olivia sostienen que con los estudios elaborados por parte de laboratorios privados no alcanza para corroborar una sospecha de esta magnitud. El resultado de los laboratorios privados fue que el agua estaba dentro de los parámetros que se exigen para catalogarla como potable. En tanto, desde la universidad determinaron que la muestra analizada contenía restos de productos químicos. Ante la diferencia en los resultados, la federación que preside Jesús Reynoso le ha exigido al intendente Cotillo que se lleven a cabo nuevos análisis.

Si bien el gobierno de Santa Cruz presenta el llamado a licitación como la gran propuesta del momento, lo cierto es que hasta que se concrete los caletenses seguirán sorteando las dificultades de acceder al agua.
Autor de Nota: Revista La Tecla Patagonia
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