05/05/2022 - 12:58hs.
Hidrógeno verde: el campo chubutense en alerta
Productores ovinos ven con preocupación el vaciamiento de campos, adquiridos por la compañía australiana a cargo del proyecto del hidrógeno verde en Río Negro para instalar molinos de energía eólica. Desde la Sociedad Rural plantean una "sana convivencia"
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Vía La Tecla Patagonia 

Productores ganaderos chubutenses ven con preocupación la compra de campos en la zona del Valle Inferior del Río Chubut por parte de la empresa australiana, Fortescue, a cargo del mega proyecto de Hidrógeno Verde en la vecina provincia de Río Negro.  Los referentes del campo no se manifiestan en contra de la inversión y mucho menos de la actividad, sino que piden una “sana convivencia” entre la producción de energía eólica y la producción ganadera, algo que en principio estaría impedido por una resolución nacional. De acuerdo a la información recogida por La Tecla Patagonia, tanto desde Nación como desde Provincia están estudiando el tema y aún no abundan los detalles. La empresa tendría, en principio, voluntad de aceptar la propuesta de los ruralistas. 

El proyecto de hidrógeno verde fue presentado por el presidente Alberto Fernández en la Cumbre de Glasgow el año pasado. En diciembre, junto a la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, firmaron un convenio para crear la Zona Franca, como medida para potenciar la región y facilitar el plan de desarrollo mediante la creación de un parque industrial. 



Para ello será necesario el diseño, construcción y puesta en funcionamiento de las obras del proyecto integradas por parques para generación de energía eólica; la línea de transmisión eléctrica obtenida de dichos parques para abastecer las plantas desalinizadora, de electrólisis y de amoniaco; y un puerto para el transporte. Varios de estos parques estarán ubicados en la vecina provincia de Chubut. 

La empresa detrás de la ambiciosa apuesta en la región es la australiana Fortescue. Según estiman sus directivos, permitirá generar más de 50.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos. 

¿Qué es el hidrógeno verde? 

El hidrógeno es el más abundante y ligero de los elementos en la tierra. No se encuentra libre en la naturaleza,  debe ser "extraído" de diversas fuentes. Uno de ellas se basa en las energías renovables que alimentan la electrólisis del agua. Este es el llamado "hidrógeno verde".

El hidrógeno tiene el mayor contenido energético de los combustibles comunes en peso, casi tres veces el de las naftas. Como portador de energía altamente flexible, puede ofrecer un enfoque alternativo de sistemas de energía limpia, integrada y multisectorial que contribuirá decisivamente a resolver el problema ambiental y asegurar el futuro energético para toda la población.

Su extracción se realiza en plantas específicas para ello, ecológicas, mediante la generación de su propia energía (por molinos de viento o afines) y el uso de agua dulce limpia. Lo que se llama electrólisis. Este método utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno  que hay en el agua, por lo que, si esa electricidad se obtiene de fuentes renovables, se produce energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera. 

El gigante australiano 

Fortescue Metals Group es un grupo australiano que empezó a desarrollarse a partir de la industria del acero y los minerales; después se consolidó con la energía y ahora también analiza invertir en alimentos. Es el cuarto productor de hierro del planeta y ahora busca pisar fuerte en la industria de las energías verdes a través de Fortescue Future Industries (FFI), una subsidiaria con ambiciosos proyectos en carpeta.

La iniciativa contempla la construcción de una planta generadora de 650 MW en una primera etapa, ampliable a varios GW de potencia en fases posteriores. “Estamos hablando de una planta en una primera etapa de 600 megas, y escalar a dos gigawatt y luego a 15 GW”, señaló Agustín Pichot, excapitán de los Pumas y representante de Fortescue para Latinoamérica.

Fortescue ya ha iniciado trabajos de prospección en la provincia de Río Negro con vistas a la producción de hidrógeno verde a escala industrial. La empresa señaló que la inversión puede llegar a U$S 8.400 millones al 2029 y generará la creación de más de 15.000 puestos directos de trabajo y entre 40.000 y 50.000 indirectos. Para abastecer de energía a la planta se planifican montar tres parques eólicos con una potencia total de 2.000 MW.

Según trascendió, el objetivo de la compañía es alcanzar las 15 millones de toneladas de hidrógeno verde por año para el 2030, aumentando a 50 millones de toneladas por año durante la siguiente década. Asimismo, planea utilizar el hidrógeno para descarbonizar sus operaciones mineras. El dato comparativo es que la Unión Europea apunta a producir un millón de toneladas de hidrógeno verde en 2024 y al menos diez millones para 2030. La demanda de hidrógeno proyectada para el mercado europeo es mayor que la capacidad de producción y allí apuntan los cañones en la empresa australiana.

La inversión en Chubut 

En la provincia la compañía habría avanzado con la compra de al menos unos 15 campos en la zona del VirCH (Valle Inferior del Río Chubut) donde planearía instalar molinos eólicos para abastecer de energía a la plantas generadoras del hidrógeno verde en la provincia vecina de Río Negro. De acuerdo a los cálculos realizados por los ruralistas de la zona, se tratarían de unas 250.000 hectáreas y la compañía tendría intenciones de seguir adquiriendo tierras en la zona para darles en mismo fin. 



Desde la Sociedad Rural mantuvieron a principio de este año reuniones con los representantes de la empresa, de la provincia y del ministerio de Desarrollo Territorial de Nación, donde plantearon la preocupación por el vaciamiento de los campos y el impacto que esto tiene en la producción ovina.

 La intención es combinar ambas producciones y que la empresa destina las parcelas que no utilice para la instalación de molino, a la ganadería ovina. La figura legal aún está en estudio, pero una idea sería que esas partes de los campos puedan ser alquiladas o cedidas en comodato a productores aledaños a esas tierras.  El impedimento para la convivencia de ambas actividades estaría en una resolución nacional que determina que las empresas extranjeras que inviertan en energía eólica deben tener un uso exclusivo de las tierras.

Otro de los temas que se puso sobre la mesa es la posibilidad, ante la instalación de al menos 1000 molinos más en la provincia, de reactivar la discusión por el denominado “impuesto al viento”, una especie de regalía.  Desde el Municipio de Puerto Madryn se quiso poner en práctica pero el tema fue judicializado por la empresa alemana, Nordex Windpower, y el cobro quedó, por el momento, suspendido.

Desde el campo, sostienen que se podría buscar alguna alternativa para que la empresa subsidie energía que beneficie a los sectores productivos e industriales de la provincia. 

Lo cierto es que las definiciones no abundan. Por el momento, los ganaderos se mantienen en alerta y preocupados.  El tema está siendo analizado tanto por el ministerio de Producción chubutense, que conduce Leandro Cavaco como por el ministerio de Desarrollo Territorial nacional, a cargo de Matías Kulfas, de acuerdo a lo consignado por fuentes de ambas carteras ante la consulta de La Tecla Patagonia. De la misma manera, este medio intentó comunicarse con los representantes en el país de la compañía Fortescue, quienes se encontraban de viaje al momento de la consulta y no pudieron atender a los requerimientos. 


Ricardo Irianni (Sociedad Rural del Valle) 

“Buscamos que se permita a la empresa hacer un uso alternativo de los campos” 


“El tema nos llega a la Sociedad Rural, como institución, porque algunos productores vecinos de estos campos que se vendieron veían con preocupación que estaban sacando las ovejas; vaciando los campos y el algunos casos sacando los alambres, los tinglados, los molinos”, explicó Irianni en diálogo con La Tecla Patagonia

 Y agregó: “Lo que está pasando es que hay una resolución que limita a las inversiones extranjeras que no fueran para producción agropecuaria a menos de dos mil hectáreas. Tuvimos reuniones con gente del ministerio de Producción; con autoridades nacionales dependientes de Kulfas porque existe una intención de modificar eso para que puedan convivir ambas actividades”. 

“Nosotros queremos en los campos que esta empresa australiana compró pueda seguir existiendo la ganadería ovina porque el temor de los vecinos es que se vacíen los campos y esto significa, aumento de los predadores, menos trabajo en conjunto; más robos. Nos hemos reunido con representantes de la empresa también y ellos en rigor están cumpliendo con las normas nacionales, pero no tienen inconvenientes, según nos manifestaron, en que la actividad eólica conviva con la ganadería ovina. Después debemos ver la forma, si alquilan una parte, si la dan en comodato o se busca otro mecanismo”, explicó el titular de la Sociedad Rural del VirCH. 



“Buscamos que no se vacíen más campos. La empresa compró ya más de quince campos y van a seguir comprando por lo que sabemos. Y hemos planteado que en esos campos se puedan llegar a hacer arreglos con los vecinos y desde la empresa tomaron nuestro pedido, ahora tenemos que buscar la figura legal y también lograr que exista la posibilidad que la empresa pueda hacer un uso alternativo de los campos para esto necesitamos que salga esta resolución desde Nación que nos dijeron que está a la firma de la secretaría Legal y Técnica”. 

Osvaldo Luján (Sociedad Rural de Comodoro Rivadavia) 

“Tenemos experiencia de convivencia entre la producción eólica y la ovina” 


“Hemos tomado conocimiento que la empresa australiana a cargo del proyecto del Hidrógeno Verde en Río Negro ha comprado una cantidad importante de campos en Chubut, muchos de ellos estaban en producción. No estamos preocupados por la inversión o la derivación de la inversión sino que buscamos una convivencia entre esta actividad y la ganadería ovina”, refirió Luján en diálogo con La Tecla Patagonia. 

“El tema viene por la ley 26.737 que estaba reglamentada por el decreto 274 de 2012 que impedía la compra a los extranjero de más de 1000 hectáreas en zonas núcleo; en Patagonia eran 2000 hectáreas. Después esto se modificó con dos disposiciones en 2017 y 2018 que levantan esa limitación para los proyectos de energías renovables. Acá es donde tenemos el problema. Teóricamente hay un dictamen de Fiscalía de Estado nacional donde se establece que esas tierras deben estar con un uso exclusivo en la generación de fuentes de energía”, explicó el ruralista. 

“Nosotros en la Patagonia tenemos bastante experiencia porque tenemos producción eólica en varios campos y conviven con la producción ovina. No afecta para nada una a la otra. La problemática para el sector es la imposibilidad de tener tierras improductivas (en términos de ganadería) que afectan a aquellas son productivas. Esto trae aparejado mayor cantidad de predadores; el hecho de tener tierras sin producción trae aparejado el abandono porque solo una parte de usa para la producción de energía eólica”, agregó Luján. 

“Estamos esperando la definición de Nación. No sabemos si fehacientemente ese dictamen que limita el uso de las tierras en manos de extranjeros existe. Desde Nación sostienen que esto lo está viendo la secretaría Legal y Técnica”, culminó.
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