Cómo ajusta a Vidal el efecto dólar
El verde se dispara y arrastra a la inflación. Ambos perjudican a las cuentas provinciales y afectan en el plano electoral. Se necesita más para pagar la deuda y habrá recortes para aumentar la ayuda social
Abril era un mes que el oficialismo marcaba como el punto de inflexión y en el que se apostaba a un rebote que revirtiera la curva descendente en la cual entró Cam-biemos desde hace un año. Pero, otra vez, los pronósticos fallaron. Los mercados es-tán demasiado inquietos, el dólar se contiene por ratitos pero en el final de la cuenta siempre está más alto que el mes anterior; y con la inflación sucede lo mismo. Esas dos circunstancias económicas tienen consecuencias durísimas para María Eugenia Vidal, tanto en lo económico como en lo político.
Cada sacudida del dólar afecta a la economía bonaerense por los servicios de la deuda en esa divisa, que el Gobierno debe comprar en cada vencimiento porque a las provincias no se les permite atesorar en moneda extranjera. De acuerdo al último informe publicado por el Ministerio de Economía (diciembre de 2018), los vencimientos totales para 2019 alcanzaban los 118.905 millones de pesos, de los cuales, unos 62.000 millones debían destinarse a abonar servicios en dólares.
El cálculo está hecho en base a un dólar promedio de 40,10 pesos, como se estimó en el Presupuesto nacional. Ahora, el precio del billete verde es 17 por ciento más.
La situación económica obligó al presidente Macri a lanzar un programa de precios y de congelamiento de tarifas del que no está convencido. En la Casa Rosada aseguran que lo hizo por pedido de Vidal; e incluso hubo protestas porque “después de que ella reclamara el acuerdo de precios hubo una corrida del dólar”. La atribuyen a un círculo rojo cuyos miembros se sentaron a acordar, con el compromiso de sostener los valores mientras el dólar no se disparara. El mismo círculo rojo que quiere a la Gobernadora como candidata a Presidenta.
Vidal también lanzó un paquete de medidas, apuntado a la clase media. Y esta semana ampliará los programas sociales para aliviar la situación de los más necesitados. Pero el dinero es finito, y las cuentas están demasiado ajustadas. Al Banco Provincia, los descuentos del 50% en las compras con tarjeta de débito y crédito le demandarán unos 2.000 millones de pesos de su superávit, estimado en 8.000 millones, mientras que le costarán, en el año, unos 160 millones de pesos las compensaciones de los créditos UVA. Esta iniciativa ya fue cuestionada en el directorio de la entidad.
Para afrontar las nuevas medidas sociales, y sin que hayan llegado todavía a la Provincia los 19.000 millones que supuestamente vendrán en algún momento de Nación, la Gobernadora ya dio la orden de ajustar los gastos en ministerios y secretarías. Se salvarán de la tijera solamente Desarrollo Social, Salud, Educación y Seguridad; aunque incluso algunos programas de estas carteras también podrían tener subejecuciones.
En el plano político, ya se ha señalado en estas páginas que la reelección de Vidal Gobernadora quedó demasiado atada a la suerte de Macri, y que la caída del Presidente es directamente proporcional al aumento del dólar y de la inflación. Repiten hasta el hartazgo en calle 6 que sin la contención de la moneda extranjera y sin un freno en el alza de precios, la victoria electoral en Buenos Aires será cada vez más difícil. Por ello, el humor empeora cada mes a medida que se conocen los índices negativos de la economía.